Estamos ya en los últimos domingos del año litúrgico. Una vez más la palabra de Dios nos habla de la presencia y el amor de Dios hacia nosotros. La sabiduría en el viejo testamento, poco a poco, reveló esa presencia reconciliadora. Cristo, como Hijo del Padre quien buscó y salvó a los pecadores, manifestó de esta manera el gran amor misericordioso de Dios.
El autor del libro de la Sabiduría nos presenta a Dios actuando en la historia con inmenso poder y a la vez con gran compasión y misericordia. Como un padre, Dios corrige al pecador para que se aparte del mal y crea en El y viva. La segunda lectura de hoy nos presenta a San Pablo orando por los fieles de Tesalónica. En su corazón, Pablo pide que sean fieles a su vocación cristiana para que así se manifieste la gloria de Dios. En el evangelio según san Lucas, se habla de la visita de Jesús a casa del jefe publicano llamado Zaqueo. Cristo toma la iniciativa y se invita. Su presencia es motivo de gozo y de conversión. Que la palabra de Dios sea la salvación y el principio de conversión para cada uno de nosotros.
Estas son las lecturas de este día y el vídeo de la liturgia de la palabra.